Los economistas para explicar el mundo lo que hacen es, elaborar hipótesis y contrarrestarlas con la realidad para conseguir teorías.
- Un hecho es una observación que ha sido confirmada repetidamente y es considerada cierta.
- Una hipótesis es una explicación provisional que debe ser sujeta a pruebas, observación y experimentación para ser aceptada.
- Una teoría es una explicación bien respaldada para explicar y predecir hechos.
Un claro ejemplo de hecho, hipótesis y teoría puede ser el siguiente:
- Hecho:Un señor que tiene una tienda piensa que si pone carteles de oferta venderá mas, y lo hace para ver que tal le va.
- Hipótesis: Si pone carteles de oferta en su tienda va a atraer a los clientes y por tanto venderá mas.
- Teoría: Cuando se da cuenta de que funciona, es decir, que al poner los carteles consigue vender más, puede formular una teoría que diga que, al poner carteles de oferta en tu tienda incentivas a los clientes y puedes vender mas.
Álvaro Ciudad
¿Es la Economía una ciencia? Si bien es cierto que saber responder a esta pregunta resulta imprescindible para cualquier persona que aspire a convertirse en economista, ninguna de ellas tendrá jamás la certeza de haber hallado la respuesta definitiva. Este problema estriba en las particularidades que tiene la Economía como ciencia.
ResponderEliminarSe considera que la Economía es una ciencia porque se trata de un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales. En otras palabras: la Economía es una ciencia porque recurre al método científico.
Hasta ahí, ningún problema. Las dudas surgen a la hora de comparar a la Economía con otras ciencias como la Física o la Biología. En este sentido, conviene tener muy claro que la Economía es una ciencia social, no una ciencia natural. De este modo, no es posible aplicar el método científico a la Economía de la misma manera que a otras disciplinas. Aparecen una serie de particularidades, entre las que cabe destacar dos: las dificultades de medición, observación y verificación (los economistas estudian fenómenos sociales con los que es mucho más difícil experimentar que con fenómenos naturales) y la participación del economista en el hecho estudiado (lo que impide al economista ser totalmente imparcial en la formulación de sus juicios).
A su vez, de estas particularidades surgen las constantes discrepancias entre los economistas, que el Nobel de Economía Joseph Stiglitz resume en tres categorías: diferencias en los modelos, resultados cuantitativos distintos y desacuerdos a la hora de formular juicios de valor (por ejemplo, no opinarán lo mismo sobre las medidas que se pueden tomar para salir de la crisis un economista keynesiano, que se mostrará favorable al gasto público, que otro liberal, más preocupado por bajar los impuestos e incentivar la creación y el funcionamiento de las empresas privadas).
Creo que es hora de volver atrás, cuando empezó a distinguirse Economía política de Política Económica.
ResponderEliminarLa Economía política es la ciencia positiva, la de los datos, los hechos, los contrastes, los análisis econométricos y hasta las curvas de Gini y el PIB como medidor de la competición más absurda del mundo.
La Política Económica es la ciencia normativa, la de las suposiciones, las opiniones, la interpretación de la Economía política, el debate, la discrepancia e incluso el populismo.
Ambas se necesitan y el buen economista sabrá como usarlas, en beneficio no del que más le de sino de la humanidad y el medio ambiente.
Creo que es hora de volver atrás, cuando empezó a distinguirse Economía política de Política Económica.
ResponderEliminarLa Economía política es la ciencia positiva, la de los datos, los hechos, los contrastes, los análisis econométricos y hasta las curvas de Gini y el PIB como medidor de la competición más absurda del mundo.
La Política Económica es la ciencia normativa, la de las suposiciones, las opiniones, la interpretación de la Economía política, el debate, la discrepancia e incluso el populismo.
Ambas se necesitan y el buen economista sabrá como usarlas, en beneficio no del que más le de sino de la humanidad y el medio ambiente.